La loca de los gatos: Mini vacaciones

Lo más cerca que estuve del mar.

Pedí permiso en el trabajo y me fui 3 días a visitar a mi abuela. Mis padres planeaban ir a Yobaín, pueblito pintoresco de Yucatán y tierra natal de la familia de mi madre ya que se celebrarían los XV años de una chica donde mis padres son los padrinos.

A mí las bodas y los Xv años me dan mucha hueva, pero deseaba ir por que hace 10 años que no visitaba el pueblo; por lo general mi abuela nos visita o nosotros la vemos en Mérida… así que esta vez decidí ir.

Claro que para ello, deje encargado a mi gordo Plutón con mi hermano, ya que por trabajo el no pudo ir. Le di su cursillo de cómo alimentar a mi gato, donde darle de comer a la pandilla callejera, como dejarle acceso a la casa, y todos los detallitos necesarios. La ventaja de tener un gato enojón es que no es muy dado a las caricias así que ni le importa si no lo apapachan unos días (bastante sufre con mis abrazos). Además de que todos los días llamaba para ver como estaba.

Fueron tres días geniales, vi a mis tíos, primos, y gente que ni conozco y que todos me saludaban con la frase “La hija de rosa… que grandota esta” jeje, después de 10 años y como 80 kilos de diferencia pos que esperaban jiji.

Y bueno llegamos el sábado pasado y nada mas pise la casa de mi abuela y empecé a tragar como cerdo, olvide mi dieta, mis restricciones, mis monitoreo (aunque lleve el aparatejo)… claro está que para la noche estaba muriéndome.

Con más de 300 de azúcar, un mega estrés por tanto chamaco (los hijos de mis primas son tremendos) y por que de por si estar en casa ajena hace que me sienta súper incomoda y fuera de lugar… es algo que no puedo evitar, no importa que sean parientes; andaba con un dolor de cabeza y unas nauseas que casi me da el soponcio, estuve 15 minutos en la fiesta y mejor me regrese a dormí.

Ya el domingo desperté mucho mejor y a seguir tragando (no aprendo) pero es que como podía decirle que no a mí a bue que se desveló para cocinarnos, que desde las 6am preparaba el desayuno para cuando su nieta se despertara y siempre pendiente de lo quisquillosa que soy con los baños (otro choro por el cual casi no viajo.. algún día escribiré una entrada al respecto).

El domingo fuimos a Chabihau, que es el puerto oficial de veraneo de por ahí, muchos de mis parientes tienen casa muy cerquita del mar para pasar las vacaciones. Claro que como buena loca de los gatos no me gusta el agua así que no nade… el mar y yo nos gustamos pero solo de lejitos.

No tome muchas fotos, la verdad andaba tan entretenida que se me fue… tampoco es que haya mucho que fotografiar pero lo que no se me podía escapar es el panteón del pueblo: