jueves, 9 de octubre de 2014

Corazoncillos rotos


Anda que ya me tarde en escribir tarugadas por aquí; y no es que no halla echo alguna estupidez nueva –para estupideces me pinto sola- solo que algunas son muy personales y otras no me autorizan a contarlas.

Y este blog no lo lee ni dios, pero si hablo de alguien siempre pido permiso, porque ni modos que ande diciendo “es que  mi  amigo X es  bien maricotas que no supera a su ex”, pos no, luego no quiero reclamos en este blog.

Aunque pensándolo bien, realmente no es uno solo, tengo varios amigos con el corazoncito hecho pedazos, y creo que ven la empatía en mí y por eso sienten la libertad de hablarme de ello. Ha de ser que olfatean que mi corazoncito es igual de pendejo que el de ellos; con la única diferencia que el mío ha cicatrizado con el tiempo.

Así que soy buenísima para escuchar corazones rotos, oír el típico “ya la supere” y a las 2 frases desbordar cuanto la extrañan, pero no crean que soy la madre Calcuta de los enfermos de amor, naaa, soy igual de honesta que fui conmigo misma, así que yo si les digo que son bien pendejos, que hay que bajarlas del pinche pedestal donde las dejan porque, no mamen, cuando se está en ese estado se nos olvida que son seres humanos y solo se recuerda las cosas bueno y por ello jamás se superan.

Y mi experiencia me ha enseñado que lo superas o aprendes a vivir con ello, ya tu corazoncillo dirá si ha pasado suficiente tiempo y se dará cuenta que ni es para tanto y que la vida debe seguir o bien aceptara que era la persona perfecta pero que tu no lo eres y que hay que continuar.

Y cualquiera de las opciones anteriores es buena, porque el chiste es continuar, llorar porque jamás serán uno es bastante estúpido, no lo son, por esa persona o por ti no funciono así que para que hacerla de pedo.

Pero si tienen el corazón roto y necesitan un hombro en cual llorar y un acompañante de peda pues avísenme.

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